Nació en Atenas, hacia el 427 a.C. De familia aristocrática, tanto él como sus parientes creían descender
directamente de los dioses. A los 20 años conoce a Sócrates, al que estará muy ligado durante toda su vida.
Pronto se sintió inclinado hacia la acción política (entre los Treinta Tiranos de Atenas hubo dos parientes
suyos y varios conocidos), pero se desilusionó cuando condenaron a muerte a Sócrates. Se dio cuenta de
que la legislación y la moralidad estaban corrompidas, y llegó a la conclusión de que sólo la filosofía
puede mostrar dónde está la justicia: "No acabarán los males hasta que llegue la raza de los filósofos
auténticos y limpios al poder, o hasta que los políticos no se pongan a filosofar en serio".
Su filosofía tiene una finalidad claramente práctica, política. Y en su Academia pretende educar a los futuros
gobernantes-filósofos. Su ilusión: crear un Estado en el que la muerte de Sócrates -el mejor, más sabio y
justo de los hombres conocidos- resulte imposible.
Conservamos casi toda su obra, sus Diálogos, cuyo protagonista es Sócrates.